Amistad.


Crucé el umbral de una hora...
Todo mi universo eras tú,
instante mudo, solitario, decadente,
no quise hacer sombra.
Mis lazos estaban demasiado fuertes,
quise abandonar el instante,
recordándome que no eras nada.
Solitaria caminé... (una hora)
y a mi regreso aún seguías
amordazado en mi memoria.
Intente recomponer el puzle,
pero ninguna pieza encajaba,
faltaba el sosiego de las noches,
la luz de los días, el sentimiento humano,
la amistad perdida.
Quise recordar lo bueno,
(no fue nada fácil).
Y partí de nuevo a caminar.
Cayeron muchas lunas,
todas cuantas construí para ti,
y se desmoronaron las estelas...
tropecé sin mas...volví a levantarme,
seguías lleno de vanidades,
y una promesa lanzada al aire me recordó
que la amistad no tiene condiciones...
Sigo caminando, pero desde entonces sin ti.

No hay comentarios: