Marinera en Tierra


Ya no queda nada,
solo lodo profundo,
tesoros lapidados
en la laguna de tus ojos.
Ya no iré como intrépida náufraga
a bucear a las orillas de tu alma,
ni tocaré tu cuerpo,
ni buscaré tus labios,
ni gritaré (te amo).
La luna sale siempre,
aún puedo ser fabula
sin razones para culminar.
Fuiste tu límite y tropezaste
rozando mi abismo.
Hilvanaste lánguido
los latidos crónicos,
de mi corazón nauseabundo.

No hay comentarios: